EL FUTURO, EN CONSTRUCCIÓN
El mayor reactor de fusión nuclear construido hasta la fecha empieza a tomar forma en Cadarache, un gran centro de investigación tecnológica en el sur de Francia. Cuando esté terminado, será una máquina de 23 000 toneladas y 60 metros de alto capaz de reproducir algunas de las reacciones que tienen lugar en las estrellas. Es decir, un sol en miniatura. El proyecto ITER (International Thermonuclear Experimental Reactor) usará hidrógeno y no generará residuos radiactivos.
De China a Estados Unidos, todas las grandes potencias del mundo colaboran en este proyecto, en el que se han invertido 20 000 millones de euros. La Unión Europea aporta el 45 % de este presupuesto. El objetivo es demostrar que la fusión nuclear puede ser rentable y segura y estudiar alternativas energéticas limpias. Los primeros resultados se esperan para 2025.
Dentro del capítulo de transición energética, España ha creado una bolsa de trabajo prioritario para los antiguos empleados de las ocho centrales térmicas de carbón cerradas el 30 de junio. A corto plazo, serán contratados para el desmantelamiento de las instalaciones y, posteriormente, para proyectos previstos en el sector energético.
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