El Acuerdo de París está determinado por distintos hitos que marcan el avance en la lucha contra el cambio climático. Uno de ellos, relevante y poco atractivo, es el desconocido Reporte Bienal de Transparencia (BTR por sus siglas en inglés), entregado por primera vez en diciembre del año pasado. Se trata de un instrumento que busca garantizar la transparencia y rendición de cuentas en los países. Le echamos un ojo a los reportes de seis países latinoamericanos (Argentina, Brasil, Colombia, Chile, México y Paraguay) y esto es lo que encontramos.
Emisiones siguen en aumento
Ningún país está encaminado a cumplir sus compromisos de mitigación. Según todos los inventarios nacionales de gases de efecto invernadero (con datos hasta 2021 salvo Chile, que incluye datos hasta 2022), las emisiones siguen en aumento.
Aquí, claramente, cada uno tiene sus particularidades. Brasil, con su meta de reducción de emisiones del 50% respecto de 2005, reconoce las dificultades de cumplir con el compromiso debido al aumento de las emisiones por deforestación. A 2022, la reducción de emisiones ha sido un 20,4%. Vale recordar que Brasil presentó una nueva NDC en la COP29, que establece una reducción entre 57% y 67% para 2035.
En el caso de Colombia y México (que también tienen una meta absoluta, es decir, una cifra porcentual de reducción de 51% y 35% respectivamente), ambos siguen al alza. En el caso colombiano, en 2021 la reducción fue solo de 13,5%.
El caso chileno es particular porque es el único país con una metodología de presupuesto de emisiones, que implica una cifra máxima a emitir hasta 2030. Con tres de 10 años medidos, el país ha gastado el 29% de su presupuesto estimado y su autoimpuesto peak de emisiones para 2025 es, a 2022, un 17% más alto del estimado.
Pero en América Latina no se puede hablar de mitigación sin hablar de los bosques y el cambio de uso de suelo. Aquí, la cosa se complica. En Brasil y Colombia, por ejemplo, la deforestación es la principal fuente de gases de efecto invernadero y tiene un rol importante también en Argentina, México y Paraguay.
En el caso de Argentina, el nuevo inventario de gases de efecto invernadero reporta un 7% menos de emisiones en comparación al presentado en 2023. Sin embargo, este cambio se debe al uso de métricas que consideran menor impacto del metano, el principal gas vinculado a la ganadería y gas fósil. Argentina tampoco calcula las emisiones de los incendios forestales en pastizales y tierras forestales “que permanecen como tales”.
En cuanto a los incendios forestales, Brasil pierde millones de hectáreas de cobertura forestal al año, particularmente en la Amazonía y el Cerrado, y Chile corre el riesgo de ver afectados sus compromisos por el impacto del fuego. De los seis países analizados, es el único en el que el sector de bosques y cambio de uso de suelo captura emisiones, por lo que representa valores negativos para el balance general.
Aunque el inventario chileno contabiliza solo hasta 2022, el propio BTR incorpora datos de 2023 en los que muestra que, debido a los incendios de esa temporada, la capacidad de captura se redujo drásticamente, por lo que el país tendrá un aumento considerable de emisiones. Además de su NDC, el compromiso de forestación de bosques nativos y absorción de emisiones tiene menos de un 10% de cumplimiento.
Paraguay, por su parte, no contabiliza las emisiones relacionadas a incendios forestales que afectaron al país tanto en 2019 como en 2022, pero admite que los mismos podrían impactar en los cálculos de captura de carbono de sus bosques, plantaciones forestales y carbono en el suelo, llevando a una “posible sobreestimación”.
Y Brasil sostiene gran parte de su reporte en los logros de reducción de emisiones relacionadas a la deforestación, que el país vincula con el mayor control al desmonte ilegal en la Amazonía y el Cerrado. También reportó una reducción en el uso de gas fósil y petróleo, en parte debido a la creciente adopción de biocombustibles - uno de los pilares de la “transición energética justa” que el país viene sosteniendo desde la COP28. Argentina tiene un plan similar como modo de reducir sus emisiones relacionadas al transporte, pero reportó magros resultados en su aplicación hasta el momento.
Necesidad de financiamiento y estimaciones de pérdidas y daños
Todos los países aseguran que necesitan financiamiento para cumplir sus objetivos de mitigación y adaptación. Colombia las cifra en 2.500 millones de dólares anuales para cumplir su meta, México y Argentina en 3 mil millones. Paraguay declara que necesitará 2 mil millones hasta 2030. En cuanto a la recepción de fondos internacionales (Fondo Verde del Clima, BID, Banco Mundial y otros), Argentina y Brasil son los que más recibieron en los últimos años.
Los países también incorporaron cálculos preliminares de estimaciones de pérdidas y daños. Chile proyecta pérdidas de 4 mil dólares (en minería y biodiversidad), Colombia de 7 mil (en agricultura, infraestructura y biodiversidad), y México 8.900 en infraestructura, turismo y agricultura. Brasil, Argentina y Paraguay no presentan cifras, pero mencionan el impacto económico en el sector agrícola debido a la sequía, inundaciones e incendios forestales.
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