Hace unos meses, el Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales de Colombia (IDEAM) publicó el Estudio Nacional del Agua (ENA), que incluye un apartado sobre el estado actual de los glaciares colombianos. Según el estudio, los seis glaciares que aún quedan en el país podrían desaparecer el próximo siglo, como consecuencia del cambio climático y otras actividades antrópicas (humanas) en las faldas de las montañas de abrigo blanco. En el siglo XX, Colombia contaba con 14 glaciares; hoy solo quedan seis montañas con ‘cucurucho’ blanco: dos sierras y cuatro volcanes.
Desde 1940, ocho glaciares han desaparecido, reduciendo la cobertura glaciar del país de 347 kilómetros cuadrados a menos de 34. El glaciólogo colombiano Jorge Luis Ceballos explica que la rápida desaparición de estos cuerpos blancos refleja la forma en que los humanos hemos alterado las condiciones de vida dentro del planeta. Aunque el derretimiento glaciar corresponde a un ciclo natural de nuestra casa común, la Tierra, la crisis climática y en algunos casos la minería o algunas formas de agricultura han acelerado significativamente este proceso.
El derretimiento de los glaciares, además de la transformación ecosistémica, tiene repercusiones a nivel cultural, patrimonial y social para los diferentes actores que se han vinculado con estas montañas de abrigo blanco y que hoy deben decirles adiós. Para algunos de ellos el impacto que la pérdida de cobertura blanca tiene a escala social no se puede cuantificar.
A pesar del panorama desalentador, algunos expertos ven en el deshielo de los glaciares una oportunidad para comprender mejor estos ecosistemas únicos y promover su conservación. Asimismo, aseguran que la Tierra es resiliente, y que los glaciares que ya se fueron son muestras de su capacidad de regeneración, pues las cumbres que se han convertido en hectáreas y hectáreas de ‘roca pelada’ en Colombia, hoy están siendo colonizadas por nuevas especies de páramo, dando paso a nuevos ecosistemas y formas de vida.
En este reportaje te cuento los detalles sobre la vida y pérdida de los gigantes de abrigo blanco en Colombia.
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