Mucho se habla del contenido de valor, quizás hasta el hartazgo.
Pero, ¿te has detenido a pensar qué es exactamente?
Si ya lo tienes claro, perfecto. Te invito a pasar a la siguiente sección.
En cambio, si aún tienes tus dudas, intentaré aclararlas.
A ver, ¿qué contenidos hacen que pares de hacer scroll? O ¿que abras un email?
Si respondiste algo como “los que me informan algo útil”, “los que me enseñan” o, incluso, “los que me entretienen”, vamos bien.
El contenido de valor es aquel que le aporta algo que le interesa al usuario:
Por eso es que un contenido de valor no debe ser una simple foto de tu producto, o un texto que trate sólo sobre ti o lo extraordinaria que es tu empresa.
Este debe llevar a tu cliente de un punto A a un punto B.
Y, lo mejor de todo, es que ese contenido bien planteado, pensado para la audiencia a la que quieres llevar, te ayudará a generar confianza. Y la confianza es un paso a la venta. ¿No es así?
Entonces, un buen ejercicio para asegurarte de que un contenido será interesante para tu público, es preguntarte “¿me interesaría leer a mí mismo este artículo?”, “¿le daría play a este video?”, “escucharía este podcast?”.
Parece sencillo, pero no lo es. Nos sentimos tan orgullosos de lo que hacemos que juramos que a los demás les importa de la misma manera.
Cuando producimos contenidos, lo recomendable es tener al cliente en la mira.
Y ahora, dime, ¿tienes más claro lo que es el contenido de valor? ¿Cómo lo ves tú?
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