14-0 va, 14-0 viene.

Cuaderno de las Finales 2024 (I)

7 de junio de 2024

Buenos días:

Si eres de los que te quedaste o levantaste para ver el partido en directo y cuando los Celtics iban ganando por 29 puntos cortaste la emisión… No sé si decirte que hiciste bien o hiciste mal.

La NBA de hoy en día es así. Ves a un equipo doblando en el marcador a su rival (58-29) y unos minutos después, no muchos, la diferencia se ha reducido a 8 puntos. Ese tramo de partido nos ponía ante un panorama diferente al que llevábamos viendo toda la noche: de repente parecía que los Mavericks podían ponerse al nivel de los Celtics.

Pero no. Tras dos parciales de 14-0 y 10-2 favorables a Dallas, Brown y Tatum decidieron atacar el aro, Lively cometió dos faltas consecutivas, los Mavs no cerraron el rebote ofensivo ni pudieron anotar y cuando se querían dar cuenta habían recibido de vuelta el 14-0. El partido, de nuevo, se les había ido de las manos (86-64).

No es casualidad que los Celtics hayan batido dos récords durante la temporada regular: ningún equipo previo había tenido un ataque con tal eficiencia ofensiva cada 100 posesiones y ningún otro equipo había ganado 19 partidos por al menos 25 puntos de diferencia.

Son muy bestias.

Claro, no es de extrañar que también estableciesen una nueva marca de un Game 1 de Finales. Hasta ahora no se había visto una diferencia de 17 puntos tras los doce primeros minutos de un partido así.

Cuatro detalles

1. Bonito homenaje de los Celtics a Bill Walton tras su fallecimiento días atrás. Toda la familia invitada y presente, momento de silencio, vídeo de recuerdo nombrándole como uno de los mejores que ha vestido la camiseta verde y el apellido Walton en el pecho de todos los jugadores de Boston.

2. El nombre propio del partido ya sabes cuál es si has visto o leído algo sobre este primer enfrentamiento. Porzingis pasó por la pista como un ciclón. En sus primeros minutos metió tres canastas, evitó al menos otras tres gracias a su tamaño y Dallas pasó del 70% de efectividad hasta entonces (7/10) al 20% en sus siguientes diez tiros con Porzingis en cancha. Impacto en aro propio (6 rebotes defensivos, 3 tapones y un montón de tiros alterados) y ajeno (20 puntos, 2 triples desde su casa, 8/13 en tiros). Porzingis, lo hemos comentado muchas veces, es lo que transforma a los Celtics en un enemigo casi imposible de batir. Ha vuelto a jugar 38 días después sin aparentes problemas físicos. Con aguantar poco más de 20 minutos en pista parece que servirá para alterar cualquier plan tejano.

3. El ambiente del Garden era caliente —abucheos constantes a Irving, gritos de apoyo a su equipo—, pero eso a Doncic le dio igual. Se sentiría cómodo porque ahí sabe que no hay peligro. Jugó eliminatorias en Turquía o Grecia siendo un niño. Al diablo le vas a hablar del infierno. 30 puntos y 10 rebotes para él rozando el 54% en eFG%. En defensa sufrió lo indecible porque los Celtics le buscaron una y otra vez, como hablamos en el episodio de ayer. Tampoco pudo sumar asistencias —una en todo el choque—, pero él cumplió con su parte. Fueron sus compañeros los que se olvidaron de acertar con los tiros y de moverse con y sin balón lo suficiente como para tratar de hacer daño a una defensa que también es de élite. Dallas no tuvo un tiro fácil. Dallas no tuvo triples desde la esquina (en los 99 partidos previos de la temporada no había registrado solo tres como ocurrió en este partido de acuerdo a Second Spectrum). Dallas no dio asistencias (¡¡¡5 los 43 minutos que hubo titulares jugando!!!, Doncic ha promediado casi 10 por partido). Sí, la defensa de Boston fue un escándalo. Sí, se puede pedir más a los Mavs.

4.. El máximo anotador de los Celtics fue Jaylen Brown con 22 tantos. El que menos encestó de su núcleo de siete jugadores más importantes fue Hauser con 8 puntos y una serie de lanzamiento de 3 de 4. Tatum fue el menos efectivo de ese grupo (imagínate cuando lo sea). 103 puntos anotados entre siete jugadores sin necesitar más que uno de ellos pase de los 40 minutos en cancha. ¿Cómo frenas eso?

***

Los Mavs se agarran al hecho de que esta sea la tercera vez que se ven perdiendo 1-0 en los presentes playoffs por 17 puntos de media. En las dos anteriores ocasiones pusieron el 1-1. Más les vale volver a repetir. Si ya sería una hazaña histórica ganar a Boston esta eliminatoria, tener que hacerlo desde el 2-0 entraría dentro de los hechos que estudia la Iglesia por si merecen la categoría de milagro.

El domingo por la noche, más.

Nos leemos el lunes.

—Elio

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