Durante los últimos meses, el litio ocupó un lugar central en los discursos de inversiones económicas de la Argentina. Frente a la actual crisis energética y climática global, resulta imprescindible transitar hacia una diversificación de fuentes de energías renovables (que necesitan metales como el litio para su funcionamiento), con el fin de evitar consecuencias irreversibles en el planeta.
Sin embargo, este proceso no requiere únicamente el cambio de energías convencionales a renovables como se alienta desde los discursos del ejecutivo nacional. Una verdadera transición energética justa e integral implica un cambio en las relaciones sociales y de consumo.
En la Argentina, a pesar de los discursos que celebran nuevos convenios con las corporaciones transnacionales, poco se conoce de las formas de explotación que implica la minería hídrica del litio. Tampoco existen instancias informativas para que las comunidades que habitan esos territorios participen en la toma de decisiones y accedan a información adecuada sobre este tipo de proyectos.
En ese marco, las comunidades indígenas que habitan el altiplano andino, zona que integra el famoso "Triángulo del litio", se organizan para exigir el cumplimiento de sus derechos establecidos en el convenio 169 de la OIT y desarrollan diversas acciones climáticas en defensa de sus territorios.
Sobre esto hablamos con dos jóvenes lideresas de la Unión de los Pueblos de la Nación Diaguita. Desde el territorio, realizan una estrategia de defensa comunitaria frente a las paradojas que presenta la transición energética, en especial por el creciente interés en la minería del litio. ¿Por qué se movilizan? ¿Cuál es su mensaje? Conoce más en la siguiente historia.
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