Preocupación por el hostigamiento, vigilancia y probable intento de homicidio del abogado y defensor del Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra y el Agua – Morelos, Puebla, Tlaxcala (FPDTA – MPT), Juan Carlos Flores Solís.
- El Estado mexicano detenta el deber de
garantizar el derecho a defender los derechos humanos y colectivos, y la
integridad y vida de personas defensoras del FPDTA-MPT.
- Preocupa a organizaciones de derechos
humanos el hostigamiento, la vigilancia y el probable intento de
homicidio del abogado y defensor Juan Carlos Flores Solís.
Las organizaciones firmantes reconocemos
por medio del presente comunicado la imprescindible labor del abogado y
defensor del FPDTA-MPT, Juan Carlos Flores Solís, por
su defensa de los derechos humanos, del derecho al agua, a un
medioambiente sano y a la libre determinación de los pueblos.
El trabajo de Juan Carlos Flores Solís
como integrante y abogado del FPDTA-MPT, se ha enfocado en acompañar
jurídica y socialmente a distintas comunidades indígenas nahuas y
procesos organizativos que luchan contra megaproyectos y contra la
extracción y contaminación del agua, tanto del río Cuautla, en el
municipio de Ayala, Morelos, como del río Metlapanapa, en el municipio
de Juan C. Bonilla, Puebla.
Queremos expresar colectivamente nuestra
preocupación por los recientes eventos de intimidación, hostigamiento,
vigilancia y el probable intento de homicidio contra Juan Carlos,
directamente vinculados con el ejercicio de la abogacía y la legítima
labor de defensa de los derechos humanos. Hemos recibido información por
parte de Juan Carlos Flores Solís sobre los ataques a su integridad
física, las amenazas de daño físico, repetidos allanamientos,
y los actos de vigilancia, intimidación y hostigamiento que ha sufrido a
lo largo de este año. Estos ataques buscan menoscabar y obstaculizar el
ejercicio del derecho a defender derechos humanos, pues su labor de
acompañamiento jurídico y social se traduce en denunciar los graves
impactos medioambientales relacionados con la actividad industrial de
empresas, tanto mexicanas como transnacionales, que operan en el centro
del país.
Las organizaciones aquí reunidas tenemos
conocimiento de que el 17 de octubre del presente año Juan Carlos
Flores Solís se movilizó en su auto hacia la ciudad de Cuernavaca, para
atender temas relacionados a su labor como abogado defensor de derechos
humanos. Durante el trayecto, se percató de la existencia de ruidos
extraños en el auto. Al revisar detalladamente el auto se dio cuenta que
las tuercas (birlos) de una de las llantas delanteras estaban
completamente flojas. Después de analizar este hecho con relación a los
últimos incidentes de seguridad también relacionados al carro se presume
que alguien aflojó la llanta intencionalmente, corroborando un
profesional mecánico que no pudieron ser aflojadas de manera natural,
sino tras haber sido manipuladas por alguna persona, con el propósito de
poner en riesgo la vida e integridad de Juan Carlos. El hecho es de
suma gravedad y podría configurar un intento de homicidio, que se
pretendió perpetuar bajo la fachada de un accidente automovilístico.
Es importante mencionar que esta
situación no es un hecho aislado; por el contrario, se enmarca en los
patrones de amenaza e intimidación que ha venido sufriendo Juan Carlos y
que se han venido agravando en el trascurso del año 2022, y que,
además, afectan a su familia y red de apoyo, así como a los y las demás
integrantes del FPDTA-MPT, obstaculizando su labor de defensa de los
derechos humanos y el territorio. Se debe puntualizar también que Juan
Carlos fue incorporado al Mecanismo Federal de Protección a Personas
Defensoras y Periodistas este mismo año.
Por todo lo expresado con anterioridad,
el conjunto de organizaciones aquí presentes hacemos un llamado al
Estado mexicano, en todos sus niveles, a garantizar la seguridad e
integridad de Juan Carlos Flores, a llevar a cabo todas las acciones
pertinentes para que continue con su labor de defensa de los derechos
humanos y en especial de las comunidades que acompaña y a reconocer
dicha labor como imprescindible dentro de una sociedad libre y
respetuosa con los derechos humanos.
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