Hoy, vamos a hablar un poco de las sombras.
Sí, ya sabemos que ayer decíamos que iríamos en busca de la luz, pero como siempre aquí en Hogar la Deriva abrazamos la complejidad y la posibilidad de sentir y pensar muchas cosas al mismo tiempo.
Así que vamos a lanzarnos directo y sin ningún tipo de reparos a la queja. La queja como una manera de validar todos aquellos momentos en donde no nos hemos sentido bien, en donde la frustración y el desánimo fueron parte de nuestro cotidiano.
Porque aunque todos los años tienen cosas malas, estos dos últimos en particular han traído una experiencia colectiva que nos ha llevado a todas en mayor o menor medida a lugares que puede que nos cueste poner en palabras. Y es justo allí en nuestras sombras donde también hay tesoros hermosos que pueden llevar al crecimiento y al renacimiento.
Vamos a darnos la oportunidad de hacer una pataleta y de quejarnos sin ningún tipo de filtro mirando atrás en estos últimos meses.
Te proponemos como ejercicio que vuelvas un poco a la niñez y bajo ese filtro empieces por escribir la manera en la que proyectabas este año (si es que tenías alguna proyección) y que luego escribas a manera de queja las cosas que fueron más difíciles y los momentos que te costaron más atravesar.
Simplemente como si fueras pequeña y te quejaras a tus padres.
Es muy importante que llegues hasta donde quieras y que escribas desde la distancia, todas esas cosas ya pasaron y hoy solo quieren tomar un lugar en la narración.
Por último, te sugerimos un pequeño ritual. Quema lo que hayas escrito. Como una manera de cerrar, pero también como una forma de transformar lo vivido en energía.
Siempre es emocionante soltar palabras para luego dejarlas ir completamente.
Si te animas a compartir algún pedacito o tu proceso de escritura recuerda que estamos leyéndonos en el grupo de Telegram.
Nos leemos mañana
Ori y Pepa
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