¡Buenas tardes, profe! 👋 ¿Cómo estás?
Lo sé. Igual es raro leer este correo un lunes cuando normalmente llega los domingos por la mañana. Y también es un tanto extraño que el finde pasado no llegase ni ayer tampoco.
Este va a ser un email más personal. Lejos de recursos, reflexiones educativas o nuevas ideas para llevar a cabo en clase.
La semana pasada pudo conmigo. Fui toda la semana a contracorriente y llegó el fin de semana y no me quedaron fuerzas para mandar el correo que me gusta tanto preparar y enviar. Pensé: "Bueno, el domingo que viene comparto más contenido y me disculpo por no haber llegado". Pero volvió a pasar, segundo domingo sin boletín.
¿Y esta vez por qué? Sinceramente, se me pasó. Llegó el viernes pre-puente y lo único que quería era desconectar, aprovechar estos cuatro días para desconectar y afrontar con ganas, energía y buena vibra estos últimos días de clase antes de Navidades.
Todo esto me lleva a pensar sobre nosotros y nosotras, los y las docentes. Nos exprimimos al máximo durante la semana, organizamos recursos, materiales, leemos y nos inspiramos los fines de semana y volvemos a empezar.
Muchas veces anteponemos este trabajo que nos apasiona a salir a echar unas cervezas, un paseo en la montaña, escalar o pasar más tiempo con nuestra familia y amigos sin preocupaciones. Queremos crear, queremos compartir, mejorar, ayudar a otros como nosotros, ¿pero hasta dónde debemos llegar?
Yo, personalmente, hasta cuando el cuerpo me lo pide. Y en este caso me lo pidió mi cabeza. Naturaleza, amigos y risas han hecho que una de mis prioridades durante la semana pase desapercibida. La mente es lista.
Es por ello por lo que te invito a reflexionar, a escuchar tu cuerpo y a, si has tenido puente este lunes, disfrutarlo. Cierra este correo y dedícate un tiempo a ti mismo. Nos lo merecemos.
Nos leemos la semana que viene. ¡Gracias!
|