Una mujer reflexiona sobre su vida a lo largo de una jornada laboral: llega a la oficina, recibe un ascenso y acude a la fiesta de los acaudalados padres de su novio en la campiña inglesa. En principio todo remite a éxito, a triunfo. Pero su voz suena fatigada, agotada.
La protagonista de Reunión, la incisiva novela de Natasha Brown, es una mujer negra británica y millennial. A través de sus pensamientos, la autora cuela por las grietas de una existencia aparentemente exitosa las incoherencias de una sociedad en la que, a pesar de decirse abierta y multirracial, hay heridas que siguen muy abiertas.
Además de a las dificultades derivadas de su condición de mujer negra, el cansancio de la protagonista obedece también a un signo muy propio de su generación: el burnout o «síndrome del trabajador quemado», un agotamiento que se extiende hasta tomar una dimensión vital.
Desde que en 2019 se publicó en Buzzfeed News el artículo de la periodista Anne Helen Petersen «Cómo los millennials se han convertido en la generación quemada», la idea que relaciona el burnout y la generación millennial ha aparecido reiteradamente en la prensa. El artículo lleva ya más de siete millones de lecturas y se han hecho eco de él grandes medios como The Guardian y The New York Times.
Enlazamos la estimulante lectura de Reunión con este artículo de Buzzfeed y con el valiente análisis de las mutaciones antropológicas del sujeto contemporáneo que ofrece Lola López Mondéjar en Invulnerables e invertebrados, que acabamos de publicar en nuestra colección «Argumentos», y en el que la autora utiliza los adjetivos que dan título al libro para definir aquello que nos representa como individuos neoliberales: la ilusión narcisista actual, que permite, a modo de defensa, refugiarse en la omnipotencia y negar la fragilidad.
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