LOS BOSQUES SE ENCOGEN
Desde 1990, 420 millones de hectáreas de bosque han sido deforestadas en todo el mundo. Una superficie que multiplica por ocho la de España. Es una de las conclusiones principales del informe El estado de los bosques del mundo, elaborado por la ONU, la FAO y otros organismos internacionales.
El informe subraya que conservar la biodiversidad en estos ecosistemas depende en gran medida de cómo los utilizamos. Es necesario cambiar la forma en que producimos y consumimos alimentos y reconectar los bosques fragmentados, entre otras muchas acciones.
No todo son malas noticias: se ha alcanzado la Meta de Aichi para la biodiversidad forestal, ya que se ha logrado proteger al menos el 17% de las zonas boscosas entre 2011 y 2020.
Y los resultados de otro estudio, que analiza más de 10.000 especies de árboles tropicales en 24 países, señalan que podemos conseguir que los bosques se adapten al cambio climático, pero debemos actuar ya. ¿Cómo? Protegiendo y conectando los que quedan y reduciendo las emisiones de carbono.
- Más del 90% de las personas en situación de pobreza extrema depende de los bosques para conseguir alimentos, leña y otros recursos.
- En España, el Comité de Lucha contra Incendios Forestales (CLIF) se ha reunido ya para coordinar las actuaciones contra el fuego este verano. En lo que llevamos de 2020 las cifras de los incendios han descendido, resultado seguramente de condiciones meteorológicas favorables y el confinamiento.
LA TECNOLOGÍA DEL CAMBIO
Cuando leas estas líneas, un Cessna Caravan con motor magniX estará a punto de despegar en el estado de Washington. Se trata del mayor avión eléctrico en alzar el vuelo hasta la fecha, con capacidad para nueve pasajeros y equipaje. Un paso más para electrificar la aviación comercial, una de las industrias más contaminantes (por usuario) del planeta. Si nada se tuerce, magniX empezará a operar comercialmente a finales del año que viene.
La movilidad eléctrica es una pieza clave en un futuro sostenible. En España, los coches eléctricos son ya una alternativa real y, sin embargo, sus ventas no despegan. ¿Los obstáculos? Los costes de adquisición, la poca autonomía, la falta de infraestructuras de recarga y la poca rentabilidad de los servicios de transporte bajo demanda en las ciudades pequeñas.
La innovación ha dejado otra buena noticia esta semana en el apartado energético. Investigadores de las universidades de Sídney y Nueva Gales del Sur han logrado hacer viables las ansiadas células fotovoltaicas de perovskita. La industria lleva casi una década investigando esta tecnología, que permite hacer paneles solares flexibles y mucho más eficientes que los de silicio.
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