Esta semana se llenó y puso en funcionamiento el Gasoducto Presidente Néstor Kirchner que, desde la formación rocosa de Vaca Muerta, en la Patagonia argentina, transporta 11 millones de metros cúbicos por día de gas natural a la Provincia de Buenos Aires, atravesando Río Negro y La Pampa. En pocas semanas más, ese gas llegará a la zona metropolitana de Buenos Aires, donde viven casi 15 millones de personas.
Con la megaobra, y gracias al yacimiento que se comenzó a explotar por medio del fracking en 2013, Argentina se ahorrará 2.000 millones de dólares en 2023 y 4.200 millones en 2024, ya que no necesitará importar más combustible. Después de eso, el gas seguirá hasta Santa Fe y la proyección es exportar a Bolivia, el centro de Brasil, el norte de Chile y Uruguay, convirtiendo a una de las economías más recesivas de la región en un distribuidor ideal de este combustible fósil.
Volviendo al inicio de la gran tubería, nos encontramos con la comunidad mapuche de Campo Maripe, en especial, con Lorena Maripe, werken (vocera) de dicha comunidad y cuarta de seis generaciones.
La mujer, que nadó las corrientes de un río Neuquén hoy convertido en un hilo de agua, es testigo vivo del extractivismo que modificó para siempre el lugar de pertenencia de unas 117 personas que, a pesar de todo, aún mantienen sus formas de vida sustentadas en la ganadería y que ganaron el derecho de permanecer en su tierra gracias a la lucha.
¿Cómo lo lograron? En este reportaje les cuento la historia completa de Campo Maripe.
|