CUANDO LA FRUTA ES FEA
La biodiversidad no atraviesa su mejor momento en Europa. Las prácticas agrícolas y forestales insostenibles, la expansión urbana y la contaminación amenazan la supervivencia de miles de hábitats y especies animales en el Viejo Continente.
Según el informe State of nature in the EU, elaborado cada seis años por la Agencia Europea del Medio Ambiente, la degradación de los ecosistemas avanza en Europa. Además, los estados de la Unión siguen sin aplicar por completo las directivas de protección de la naturaleza y otras leyes medioambientales comunitarias.
La mayoría de las especies protegidas de la región, como el halcón sacre y el salmón del Danubio, y hábitats como los pastizales, las turberas y las dunas se enfrentan a un futuro incierto si no se adoptan medidas urgentes. Aunque hay margen para revertir la situación, el 81 % de los ecosistemas de la UE está en mal estado.
Las buenas noticias las dejan el lince ibérico, el reno de bosque o caribú y la nutria, cuyas poblaciones se están recuperando. Además, la red Natura 2000 no ha dejado de crecer y alcanza los 27 000 lugares protegidos.
- Restaurar ecosistemas dañados por el ser humano puede ser una de las formas más sencillas y efectivas de combatir la crisis climática. Además, puede evitar el 70 % de las extinciones de especies previstas.
- La Unión Europea pacta un programa para hacer su agricultura más ecológica. El 20 % de los 387 000 millones de euros presupuestados buscará impulsar la transformación verde y respetuosa con el clima en el sector. De aprobarse, España recibirá 47 724 millones para el campo.
- Nuestros hábitos alimenticios están caducados. El 45 % de las frutas y verduras cultivadas se descartan por su color, su forma y su aspecto, no por su sabor o sus valores nutritivos.
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