Tras cuatro días de reflexión sobre las problemáticas de la Amazonía y que pueden llevarla al punto del no retorno, las organizaciones sociales que participaron del Pre Foro Social Panamazónico (Pre-Fospa) exigieron acciones inmediatas. Los 29 puntos de la declaratoria, emitida del evento, destacan que al existir una emergencia climática en territorios amazónicos se deben respetar los derechos de la naturaleza y pueblos indígenas.
Este evento se llevó a cabo en las ciudades amazónicas de Rurrenabaque y San Buenaventura, Bolivia, entre el 20 y 23 de julio. En este, los 250 representantes de organizaciones indígenas originarias y campesinas de las tierras bajas y las tierras altas, instituciones de apoyo y activistas bolivianos compartieron experiencias y debatieron propuestas para salvar a este territorio, del cual depende la sobrevivencia del planeta.
“Denunciamos que la Amazonía vive una emergencia climática porque pone en riesgo nuestra existencia y la de la naturaleza”, resalta el punto 13. Recuerda que Bolivia es el tercer país del mundo en pérdida de bosques primarios (detrás de Brasil y el Congo), debido a actividades extractivas de los grandes emprendimientos del agronegocio, la ganadería, la minería y de las políticas públicas que los incentivan. Y, por ello, rechazan las iniciativas de biocombustibles con base en la palma africana y soya, ya que profundizarán la deforestación.
En el foro también se hizo énfasis sobre las condiciones de la transición energética y se pidió que esta no reproduzca el extractivismo. Asimismo, demandaron al Estado boliviano garantizar la soberanía energética basada en energías limpias y renovables que respeten los derechos humanos, a los pueblos indígenas y la Madre Tierra.
Además de las exposiciones y debates, los participantes de las comisiones visitaron comunidades indígenas que enfrentan problemas de acceso a su territorio, contaminación minera, afectación a áreas protegidas e impactos por la industria estatal de la caña de azúcar. También, en algunos casos, tuvieron la oportunidad de conocer experiencias de desarrollo sostenible, liderado por mujeres.
A partir de ello y de los diálogos, resultaron demandas que incluyen el saneamiento y titulación de territorios indígenas, la garantía de autonomía para su autogobierno, el respeto a los derechos de la Jurisdicción Indígena Originario Campesina (JIOC), entre otros.
Los participantes del Pre-Fospa enfatizaron en que el Estado cumpla con las obligaciones asumidas en el marco de importantes instrumentos de derechos humanos, como el Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y el Acuerdo de Escazú, un tratado regional que busca garantizar el acceso a la información, la participación pública y el acceso a la justicia en temas ambientales.
Entre las peticiones centrales, los representantes indígenas y campesinos solicitan que se establezca de manera efectiva y vinculante el proceso de "consulta para el consentimiento previo, libre e informado" de los pueblos indígenas y comunidades campesinas.
Derechos de los ríos
Un punto que se debatió ampliamente fue el derecho que tiene la naturaleza y específicamente los ríos. Los asistentes contaron cómo la contaminación y las actividades extractivas, carreteras y megaproyectos hidroeléctricos secan o afectan los cuerpos de agua.
Este punto y otros fue apoyado por organizaciones de otros países amazónicos, como Forum Solidaridad Perú, que, además, instó a los jefes de Estado Amazónicos, de camino a la próxima Cumbre Presidencial Amazónica, a adoptar decisiones urgentes para su efectiva e inmediata implementación en la práctica.
El Pre-Fospa es una de las acciones para impulsar la preparación del XI FOSPA, que se llevará a cabo en julio de 2024, y que es un espacio de articulación, acción y reflexión relacionadas a la cuenca amazónica que atraviesa nueve países sudamericanos.
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