Muchas veces pensamos en la transición energética solo con la finalidad de reducir los gases de efecto invernadero (GEI), como si se limitara a un mero recambio tecnológico, pero lo cierto es que tiene directas implicancias en otros aspectos de nuestras vidas, como la salud. Pareciera que tener una buena salud es responsabilidad individual, sin embargo, también depende en buena medida de vivir en un medioambiente sano y limpio. Según la OMS, la contaminación del aire es una de las mayores amenazas medioambientales para la salud humana. Se calcula que, cada año, la exposición a contaminantes tóxicos en el aire provoca siete millones de muertes prematuras. En otras palabras, un aire sucio nos resta años de vida.
Las emisiones de GEI de América Latina y el Caribe son bajas a escala global, por lo que muchos creen que cualquier acción de mitigación en nuestros países es insignificante. Pese a ello, no podemos omitir los efectos adversos que estas emisiones están generando a nivel local, es decir, en comunidades que muchas veces no tienen los recursos o redes para defenderse y enfrentar los embates de la contaminación.
De hecho, la principal fuente contaminante del aire son las industrias asociadas a los combustibles fósiles. Esto se debe a los procesos físicos y químicos que se realizan al momento de la combustión, así como a otras operaciones de las plantas de carbón, petróleo y/o gas natural que liberan gases, partículas contaminantes (como las PM10 y PM2.5) y sustancias altamente tóxicas. Además, pocas veces ponemos atención en los llamados Contaminantes Climáticos de Vida Corta (CCVC), agentes atmosféricos que contribuyen al cambio climático y degradan la calidad del aire. Si bien tienen una vida corta (de días a años), pueden generar profundos impactos en la salud de las personas y los ecosistemas.
El carbono negro, el metano y el ozono estratosférico son algunos de estos contaminantes. Su origen es diverso (desde la combustión a leña, los autos a diésel, hasta la extracción y quema de petróleo y gas), pero abordarlos es una urgencia. Por ello, en Climate Tracker estamos preparando material para darle la visibilidad que merecen estos temas. ¡Queda atento/a a las novedades!
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