Aunque el cambio climático se ha posicionado en la cobertura mediática, existen otros problemas de crítica relevancia que no son abordados con la frecuencia y visibilidad que requieren. Eso es lo que ocurre muchas veces con la pérdida de biodiversidad.
Por eso es importante prestar atención a la próxima COP15 de Biodiversidad, que se celebrará en Montreal, Canadá, del 7 al 19 de diciembre de este año. En este evento se creará un nuevo Marco Mundial para la Diversidad Biológica, que sustituirá al anterior Plan Estratégico de la Diversidad Biológica 2011-2020, el cual contenía 20 metas para conservar, restaurar y utilizar sosteniblemente la biodiversidad: las Metas de Aichi.
El nuevo marco buscará transformar la manera en que las sociedades se relacionan con la biodiversidad y asegurar la visión de que en 2050 se viva en armonía con la naturaleza. De hecho, en 2021 se obtuvo un primer borrador con 4 metas para mediados de siglo, referentes a la conservación de especies, ecosistemas y diversidad genética, al acceso a recursos genéticos y a la implementación del marco. En Montreal los países negociarán y modificarán ese borrador, por lo que será vital conocer el documento final y cómo se planea implementar, financiar y vigilar.
En la COP15 también se discutirá la implementación del Convenio sobre Diversidad Biológica, que aborda la distribución justa del uso de la biodiversidad y el transporte de organismos vivos modificados, así como otras metas como la de proteger el 30% de territorios y océanos para 2030.
Este es un tema de gran relevancia para América Latina, ya que nos destacamos por poseer una gran biodiversidad. Sin embargo, somos la región con mayor descenso en la abundancia promedio de la población de especies terrestres (94%) y de especies de agua dulce (83%), según indica el informe Planeta Vivo 2022, publicado recientemente por WWF.
Además, nuestra región sostiene el número más alto de asesinatos a defensores ambientales (68% de 1733 homicidios en el mundo, entre 2012 y 2021), según un informe de Global Witness.
De ahí la relevancia de la COP15 para la región, cuyo gran desafío es resguardar y recuperar su naturaleza antes de que sea demasiado tarde.
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