A AMBOS LADOS DEL ATLÁNTICO
Todavía es pronto para hacer un balance definitivo de los daños, pero se calcula que los ciclones Eta e Iota han dejado cientos de muertos, cuatro millones de afectados y pérdidas económicas de unos 5000 millones de dólares tras su paso por Centroamérica. Las consecuencias han sido especialmente devastadoras porque los dos huracanes siguieron casi la misma trayectoria con una diferencia de menos de dos semanas.
Los presidentes de Honduras y Guatemala han solicitado a la ONU ayuda para reconstruir sus países y mejorar su capacidad de resiliencia ante futuras tormentas. Denuncian los pocos fondos que reciben a pesar de estar en una de las regiones del mundo más afectadas por el cambio climático.
Al otro lado del Atlántico, los fenómenos atmosféricos también están cambiando. Las tendencias indican que el clima del norte de la Macaronesia (Azores, Canarias, Madeira y las islas Salvajes) y el suroeste de la península Ibérica se está tropicalizando.
En los últimos años, han aumentado de forma considerable las tormentas con características tropicales, muy diferentes a las borrascas propias de esa zona. Al contrario de lo que sucede en el Caribe, cuando estos ciclones llegan a latitudes medias, se vuelven más impredecibles.
- La NOAA da por concluida una temporada de huracanes que pasará a la historia. Sin embargo, esto no quiere decir que no puedan formarse más tormentas en lo que queda de 2020.
- Los ríos atmosféricos son regiones de la atmósfera que distribuyen la humedad por el planeta. Trasladan, por ejemplo, la humedad del golfo de México a Europa. Un estudio señala que en los próximos años, en un entorno más cálido y húmedo, estos ríos dejarán precipitaciones más extremas en países como España.
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