El pasado domingo 30 de octubre, la población brasileña volvió a las urnas para elegir al presidente que nos acompañará en los próximos cuatro años. Tras su victoria, Lula asumirá la responsabilidad de proteger a las comunidades indígenas y la biodiversidad a partir del 1 de enero de 2023.
Esta misión no será fácil, ya que Brasil enfrenta una serie de retrocesos, conflictos y desafíos socioambientales, profundizados durante el mandato de Bolsonaro, como el aumento de la deforestación, los ataques a defensores ambientales y la vulneración de pueblos indígenas y tradicionales.
De hecho, si la meta de la COP27 es reducir las emisiones de gases como el dióxido de carbono (CO₂), Brasil presenta malos resultados. Según SEEG, el país emitió 2.420 millones de toneladas brutas de CO2 equivalente en 2021, el nivel más alto en 19 años.
Para abordar el futuro ambiental y climático del país, conversé con Carlos Rittl, Cristina Orpheo y Rubens Born sobre las proyecciones y desafíos, y si el cambio de gobierno puede impactar en la participación de Brasil en la COP27. Es importante recordar que aún estamos bajo la administración de Bolsonaro. Por ello, no habría cambios radicales en el trabajo de los negociadores en esta COP. Aun así, Lula confirmó su asistencia a la cumbre climática, por lo que se prevé mucho interés de otros países en los compromisos que asuma el futuro gobierno.
Se cree que la participación de Lula en la conferencia puede ser crucial para construir puentes con otras naciones y atraer ayuda e inversiones, con el fin de reconstruir la agenda ambiental brasileña. ¿Qué dicen los expertos? Léelo en el siguiente artículo.
|