México vive un boom de proyectos de captura de carbono forestal, pero varias de esas iniciativas han incurrido en abusos legales, ambientales y financieros.
Impulsados por la enorme extensión boscosa del país, la tradición de manejo forestal comunitario, la falta de regulaciones del mercado voluntario, el deseo de las empresas por compensar (offset, en inglés) la contaminación que no reducen y la disminución de subsidios gubernamentales, docenas de ejidos y comunidades han emprendido estos proyectos.
El ejido Pueblo Nuevo, en el norteño estado de Durango, decidió en 2022 la incursión en ese mecanismo y, si bien le ha generado recursos, tuvo que pactar con las consultoras privadas Ala-bool y Forliance un reparto de 30% para los propietarios y 70% para las empresas por la venta de los créditos, derivados de la captura de CO2 en los árboles.
El ejido Tutuaca, en el vecino estado de Chihuahua, acordó con Bret Consultores un trato de 75% de los certificados para la firma y 25% para el ejido.
Además, los dueños de los bosques se enfrentan a la sobremedición del carbono almacenado en su territorio y a la exageración en la emisión de los certificados, lo que conlleva un riesgo de un volumen menor de créditos y menores ingresos.
Para obtener mayores réditos, los ejidos han firmado en algunos casos contratos por 100 años con los desarrolladores y con la estandarizadora privada estadounidense Climate Action Reserve, en una violación a la ley agraria mexicana.
Las denuncias de los abusos llevaron a la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales a la elaboración de un borrador de regulación del mercado voluntario de bonos en febrero último y que ha sido cuestionado por la Asociación Mexicana de Desarrolladores de Bonos de Carbono, integrada por siete consultoras y un ejido.
La publicación oficial y la aplicación del borrador serían responsabilidad del nuevo gobierno que asumirá el 1 de octubre.
Varios estudios han concluido desde 2023 que los offsets no funcionan para reducir el CO2, lo que deja a las comunidades mexicanas entre sus manos con un producto inútil y de dudosa reputación. Te cuento más en el siguiente reportaje.
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