¿Has escuchado hablar de la curación de contenidos?
Si el término te resulta extraño, déjame decirte que no es tan ajeno como podría parecerte.
Por ejemplo, gran parte de esta newsletter la hago de esta manera. Hay un tema central propio, pero también información generada por otros autores.
La curación de contenidos es una estrategia de marketing digital que consiste en compartir contenidos creados por terceros. Pero, ¡cuidado!, que no es lo mismo que plagiar. Tampoco significa publicar a lo loco.
Por eso, en esta edición quiero introducirte en este fascinante tema y decirte cómo puede beneficiar a tu negocio.
¿Por qué curar contenidos?
Publicar en tus canales digitales información generada por otras personas puede darte autoridad en un determinado tema.
Es también una manera de facilitarle la vida a tu público o clientes, pues les estás ofreciendo información digerida, actual y relevante para ellos.
Y si lo ves desde la practicidad, te permite generar un flujo de contenidos constante.
Lo primero: ¿quién es tu audiencia?
¿Grandes empresas? ¿Pequeños negocios? ¿Profesionales independientes? ¿De qué rubros?... No puedes comenzar a curar contenido sin saber a quién te diriges.
Básico, ¿no?
Debes conocer quién es tu audiencia y qué le interesa.
Teniendo eso claro, buscar la información adecuada será más sencillo.
¿Dónde y cómo compartirla?
Me refiero a los canales en los que distribuirás esos contenidos. ¿Redes sociales? ¿Tu blog? ¿En una newsletter?
Además, ¿con qué frecuencia lo harás?
Define eso antes de pasar a la siguiente fase.
El proceso
Curar contenido es investigar. Si no te gusta hacer esto, no vale la pena que te lances.
Debes buscar la información, leerla, verla, escucharla. Y es que tus fuentes pueden ser tanto escritas, como audiovisuales.
¿Y cómo buscar esa información? Pues, esta es la parte interesante. Tus fuentes pueden ser blogs, podcasts, tuits, posts en LinkedIn, videos en YouTube, etc.
Si tienes dudas, contrasta la información que consigas con otras fuentes buscando en Google, por ejemplo.
También es importante la calidad en que se presenta el contenido. Eso también repercute en tu imagen. A mí, por ejemplo, no me gusta compartir textos mal escritos, por más que la información me parezca buena. Creo que es una manera de respetar a mis lectores.
Te sugiero que todo contenido que encuentres y sea candidato para compartirlo, lo guardes en algún lugar. Yo lo hago en Notion, pero lo puedes organizar en un documento de Word, de Google o en Excel. Lo importante es que mantengas un orden en medio del caos.
Y no olvides citar a tus fuentes y aportar tu punto de vista. No es sólo compartir un enlace, sino reconocer al autor y dar tu opinión sobre el tema.
Esto es, a grandes rasgos, curar contenidos.
¿Te gusta esta estrategia? ¿Tienes alguna duda? ¡Responde el correo y conversemos!
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