Uno de los tantos desafíos de los emprendedores es comunicar lo que hacen.
Más aún si se trata de un pequeño negocio.
Y si es a través de canales digitales, no saben por dónde comenzar.
Si este es tu caso, déjame darte un consejo: jamás, JAMÁS, entregues esta tarea a cualquier persona, sólo porque se le da bien eso de estar todo el día en las redes sociales.
Mira, una cosa es publicar tu último viaje a la playa y lo bien que la pasaste, y otra muy distinta publicar un contenido que te ayude a vender.
Y el tema lo traigo a la newsletter porque, hace unos días, me reuní con una emprendedora que me comentó que le había encargado Instagram a su hija de 13 años. Y no preocupa tanto el tema de la edad, sino que la niña, obviamente, sólo hacía esto cuando tenía ganas.
También le había pedido el favor a una amiga, a quien (según ella) se le da mejor el asunto de las redes sociales. Como era de esperarse, lo hacía cuando tenía tiempo. No era su prioridad.
Como te imaginarás, así es imposible llegar a algún lado.
En el marketing digital para los negocios hay que partir de la base. Y esa base es el estudio de tu situación: ¿a qué te dedicas?, ¿cuál es tu propuesta?, ¿quiénes son tus clientes y qué buscan?, ¿dónde están?, entre otras preguntas.
Sin visión y estrategia es como navegar a oscuras y sin instrumentos.
Hay una creencia popular de que “eso de las redes” lo hace cualquiera. Basta con ser un apasionado de ellas y tragarse la pantalla del celular la mayor parte del día.
Si quieres resultados, busca a un profesional. Si no te importa tirar el dinero, entonces busca a un “sobrinity manager” que gestione algo tan crítico como tus redes sociales. O tu web. O tus correos.
¿Cuál ha sido tu experiencia con el marketing digital de tu empresa?
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