ABIERTO AL TRÁFICO
Durante siglos, marineros y exploradores miraron al océano Ártico con interés. Cruzarlo en barco a través de la ruta marítima del Norte, o Paso del Noroeste, les permitiría conectar Europa con Asia de forma más directa y rápida que bordeando África o cruzando el canal de Suez.
Con el desarrollo de los barcos y la navegación, comenzó a ser posible seguir estas rutas septentrionales en los meses de verano y otoño, en los que hay menos cantidad de hielo. Pero, por lo general, resultaban poco convenientes para actividades comerciales, ya que requerían del uso de rompehielos y multiplicaban los costes económicos.
Sin embargo, el derretimiento de los casquetes polares avecina un futuro (o un presente) en el que el Paso del Noroeste es una alternativa de navegación durante todo el año. En agosto de 2017, el buque ruso Christophe de Margerie se convirtió en el primero en atravesar esta ruta sin rompehielos. Tardó menos de tres semanas en conectar Hammerfest, en Noruega, con Boryeong, en Corea del Sur. Este mismo carguero acaba de batir un nuevo récord al cruzar el Ártico en mitad de febrero. Transportó gas licuado desde Rusia hasta China y regresó realizando la misma ruta.
El Christophe de Margerie no es, sin embargo, el primer barco que cruza el Ártico en invierno. En enero de 2018 ya lo hizo el buque Eduard Toll, constatando así la realidad del deshielo en los mares del polares.
|