¿Hay algún/a atleta velocista que entre sprint y sprint no disponga de un necesario tiempo de recuperación? Pues, eso es lo que pasa en Bankia. Nuestras mentes pensantes creen que pueden poner una meta volante en cada esquina sin reventar a los corredores. Nos ven como a conejitos de Duracell, pero somos personas humanas, con límites físicos y mentales.
En BANKIA, los esprints comerciales se encadenan uno tras otro sin solución de continuidad o, incluso, se solapan. ¡SOS! ¿Estamos en el 13 Rue del Percebe? En BANKIA, ¿una mano no sabe lo que hace la otra? ¿O lo hacen a sabiendas? Al final, siempre llegamos a lo mismo: los generales quieren tener a TODA la tropa SIEMPRE en primera línea. Quieren un equipo de once delanteros, y eso no puede ser. ¿Resultado?: toda la plantilla sacando los hígados. ¿Para qué? ¿Para que alguien quede bien en la foto? ¿Se sabe cuál es el objetivo de todo esto, además de la venta a ultranza, a toda costa, y necesite o no el cliente el producto que toca esa semana? Evidentemente, de ética o deontología, en esta manera de dirigir, ¡ni rastro!
Por cierto, la caída del PIB Illes Balears es de un 27%. ¿Tiene algún sentido pedir según qué objetivos (y, aún menos, “retos”) en zonas turísticas desiertas, con grandes colectivos de personas sin trabajo, que se ven en el caso de luchar para poner un plato en la mesa? Vergonya, cavallers, vergonya!
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