¡Hola! Gracias por volver por aquí.

Estas son las noticias sobre medioambiente que más nos han llamado la atención en la última semana. Esperamos que las encuentres interesantes.

Si te han reenviado esta newsletter y quieres suscribirte,
puedes hacerlo aquí.

MULTIPLICADO POR TRES

El deshielo del Ártico ha sido una de las caras más mediáticas del cambio climático durante las últimas décadas. Hoy, sabemos que este fenómeno es complejo y se está acelerando. Un nuevo informe del Arctic Monitoring and Assessment Programme (AMAP) señala que el Ártico se ha calentado el triple de rápido que la media del planeta desde 1979. Su temperatura ha aumentado 3,1 grados Celsius.

Como resultado, el Ártico está experimentando un aumento en la frecuencia y la intensidad de fenómenos como el derretimiento de los casquetes glaciares, las inundaciones, los incendios forestales o la erosión costera. Los días de altas temperaturas han aumentado, mientras que los eventos de frío extremo son cada vez más escasos. Las rachas frías de más de 15 días han desaparecido casi por completo desde el año 2000.

Esto tiene consecuencias directas para los cerca de cuatro millones de personas que viven en el Ártico. Afecta a su salud, su seguridad alimentaria, sus sistemas de transporte y sus industrias, por ejemplo.

Los veranos más cálidos favorecen también la reaparición de incendios zombis, aquellos que quedan latentes bajo el suelo turboso del Ártico durante el invierno y vuelven a surgir en primavera o en verano. Un nuevo estudio publicado en Nature señala que el calentamiento global favorece que estos incendios profundicen más en el suelo, lo que ayuda a mantenerlos activos.

• El deshielo de los glaciares de Groenlandia está liberando importantes cantidades de mercurio en los ríos y fiordos de la región. Algunos niveles son similares a los de las zonas más industrializadas del planeta.

• El Consejo Ártico alerta de una importante caída en las poblaciones de renos y aves en la tundra a causa del cambio climático.

• El Ártico se está atlantificando. La llegada de aguas más cálidas dificulta la formación de hielo y vuelve la banquisa más vulnerable.

CONVENIENCIAS MEDIOAMBIENTALES

La mayor parte del tráfico marítimo de mercancías, gas y petróleo está controlado por empresas de la Unión Europea, Estados Unidos y Corea del Sur. Al menos, allí tienen su sede y allí residen sus propietarios. Pero la mayoría de sus barcos navega alrededor del planeta bajo la bandera de países lejanos y termina sus días a miles de kilómetros de distancia de las naciones desarrolladas.

Un nuevo análisis recién publicado en Nature señala que muchos de estos buques están registrados en Comoros, Palau, Bahamas y Panamá, lo que se conoce como banderas de conveniencia. Entre 2002 y 2019, la proporción de barcos de mercancías propiedad de algún país de la UE y registrados en países en vías de desarrollo pasó del 46 % al 96 %. Es decir, casi todos lo hacen.

Además, entre 2014 y 2018, el 80 % de estos barcos fue desmantelado en solo tres países: Bangladés, la India y Pakistán. Allí, desmontar y reciclar barcos sin las medidas de seguridad adecuadas genera serios riesgos para la salud humana y el medioambiente. Entre otras sustancias, en el proceso se puede liberar mercurio, plomo o amianto.

El objetivo de ambas prácticas es evitar las regulaciones medioambientales, laborales y de seguridad que sí existen en la Unión Europea o Estados Unidos, pero que prácticamente brillan por su ausencia en algunos países. El estudio resalta, por ejemplo, que Comoros y Palau permiten registrar barcos a cambio, solamente, de abonar una tasa.

• Cada año, más de 640 000 toneladas de aparejos de pesca acaban abandonadas en los océanos. La llamada pesca fantasma pone en riesgo la sostenibilidad de la actividad pesquera y la supervivencia de muchas especies marinas.

• La ONG Island Conservation Society acusa a los barcos atuneros europeos de verter residuos en las aguas de Seychelles y mantener prácticas poco sostenibles que afectan a muchas de las especies no comerciales.

• Un 7,74 % del área marina global está protegida. Sin embargo, este porcentaje cae hasta menos del 1 % si solo tenemos en cuenta las aguas internacionales, según el informe Planeta Protegido 2020 de la ONU y la UICN.

DESPLAZADOS POR EL CLIMA

A lo largo del 2020, mientras el planeta permanecía confinado, 40,5 millones de personas se vieron obligados a desplazarse a otras zonas de su mismo país debido a conflictos y desastres naturales. Se trata de la cifra más alta de la última década, de acuerdo con el informe GRID: Internal displacement in a changing climate.

Los desastres naturales están detrás de la gran mayoría de estas migraciones. En total, 30,7 millones de personas abandonaron sus hogares por causas geofísicas o fenómenos meteorológicos extremos. Fueron, principalmente, tormentas e inundaciones, pero también entraron en juego incendios, sequías y temperaturas extremas.

Aunque no todos estos desastres pueden relacionarse directamente con el cambio climático, el Centro de Monitoreo de Desplazamiento Interno (IDMC), responsable del estudio, señala que el aumento de la temperatura global está incrementando la intensidad y la frecuencia de los fenómenos extremos. Por otro lado, los datos de desplazamientos por desastres empezaron a registrarse hace poco más de una década, lo que dificulta establecer una relación directa con el cambio climático.

China fue el país en donde más personas se desplazaron por causas relacionadas con el clima: un total de cinco millones. Tras Asia, América Latina es otra de las regiones más afectadas. Se calcula, por ejemplo, que la tercera parte de los municipios de Guatemala corre el riesgo de sufrir inundaciones y derrumbes a causa de las lluvias.

Europa no se queda fuera del informe. En agosto, se registraron casi 5000 desplazamientos en Grecia tras el paso del ciclón Ianos. Y los incendios forestales dejaron decenas de miles de afectados, sobre todo, en España, Grecia y Francia. Otro informe reciente apunta que, en España, los episodios de calor extremo aumentarán en frecuencia, intensidad y duración durante las próximas décadas, hasta duplicarse en 2050.

Esperamos que te haya gustado esta edición de Planeta Mauna Loa. Si tienes comentarios, no dudes en escribirnos a info@planetamaunaloa.com o a nuestras redes sociales.