SOLO UNA CAMISETA DE ALGODÓN
La semana pasada, el Black Friday daba el pistoletazo de salida a la temporada de mayor consumo del año. Entre promociones, regalos y grandes descuentos, muchas organizaciones han aprovechado para analizar el coste real de algunas industrias, como la de la moda. ¿Cuál es el impacto de una simple camiseta de algodón en el planeta?
En la actualidad, 80 países producen algodón: nada menos que 27 millones de toneladas de fibras cada año. Un 2,4 % de la superficie terrestre está dedicado a su cultivo y la mayoría de explotaciones hacen un uso intensivo de agua y pesticidas. Se calcula que la producción del algodón necesario para tejer una camiseta de manga corta requiere 7000 litros de agua.
Tras la recogida de la cosecha, llegan el hilado y la confección de la tela. Solo este proceso genera 394 millones de toneladas de CO2 cada año (para hacernos una idea, España emitió un total de 314 millones de toneladas en 2019). A esto hay que añadirle el teñido, una actividad que en Camboya, por ejemplo, es responsable del 60 % de la contaminación del agua. Y todavía faltan el empaquetado, el almacenado y la distribución.
La solución no es sencilla. Algunas marcas apuestan por comprar telas cuya producción haya sido más sostenible y existen iniciativas para desarrollar estándares de fabricación que reduzcan el impacto en el medio ambiente. También hay movimientos que invitan a consumir de una forma diferente, en menor cantidad y de manera responsable.
- El agua es un bien cada vez más escaso. Los recursos de agua dulce disponibles por persona han disminuido en más de un 20 % en las últimas dos décadas, según la FAO. Las causas: el crecimiento de la población, el desarrollo económico y el cambio climático. El África Subsahariana y el sur de Asia se han llevado la peor parte.
- La contaminación también puede poner en jaque los recursos hídricos. Lastras de Cuéllar es un pequeño pueblo de España sin agua potable. Sus acuíferos tienen niveles peligrosos de nitratos y arsénico a causa de los purines de las granjas y el exceso de abonos químicos.
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