La última advertencia
El informe de síntesis del sexto ciclo de evaluación (AR6) es la mayor actualización de lo que se sabe sobre la ciencia del clima. Es un resumen de otros seis reportes que se han publicado desde 2018 a la fecha (Las bases de la ciencias físicas; impactos, adaptación y vulnerabilidad; mitigación del cambio climático; Calentamiento global de 1,5°C; cambio climático y tierra; y Océano y Criosfera en un clima cambiante) y es el último antes del inicio del séptimo ciclo de evaluación, por lo que no conoceremos otro reporte similar por un par de años más.
Eso significa que es el último insumo previo al Balance global que se debe realizar en la COP28 y es, probablemente, el último donde la meta de limitar el calentamiento global a 1,5°C desde niveles preindustriales sea aún alcanzable. El informe lo dice claramente: “Las decisiones y medidas que se tomen en esta década tendrán repercusiones ahora y durante miles de años".
¿Qué necesitamos para llegar a 1,5°C?
La evidencia es clara y concisa. Para una vía alineada con 1,5°C se requieren las siguientes metas:
2030 = 48% de reducción de CO2
2035 = 65% de reducción de CO2
2040 = 80% de reducción de CO2
2050 = 99% de reducción de CO2
La reducción de emisiones de gases de efecto invernadero debe ser progresiva hasta alcanzar el “cero neto”. ¿Qué significa eso? Que la cantidad de emisiones en la atmósfera, y la cantidad de emisiones que se capturen desde la tierra, sean igual a cero.
Pero no es tan simple. Reducir las emisiones de gases de efecto invernadero hasta un “cero neto” supone una serie de pasos sucesivos: Estabilizar las emisiones (que no sigan aumentando año a año), bajarlas (que se emita cada vez menos), alcanzar las cero emisiones netas (y que la concentración de gases de efecto invernadero en la atmósfera no cambie) y eventualmente remover emisiones de CO2 la atmósfera, a través de mecanismos de remoción y tecnologías que se desarrollen con ese fin.
¿El problema? Las emisiones están en aumento y las proyectadas por la actual infraestructura fósil existente supera el llamado “presupuesto de carbono” para la meta de 1,5°C. Es decir, si se queman los combustibles fósiles en las centrales que hoy existen, alcanzar la meta de París no sería posible.
¿Y América Latina?
Aunque no seamos la región que lidera en emisiones, nuestros países no pueden mirar para el lado. Según un análisis hecho por el BID, los planes de expansión de infraestructura fósil existentes no son compatibles con los objetivos del Acuerdo de París. Vaca Muerta (Argentina), el Terminal de Regaseificação de São Paulo (Brasil), el gaseoducto Liza (Guyana), el Gasoducto del Corredor Interoceánico (México) son algunos proyectos fósiles vigentes sobre los que es urgente poner nuestra atención.
Termino con una reflexión personal: Los informes del IPCC son para aprender. Estudiar, leer, confundirse, anotar todas las preguntas y dudas que tengas y anotar el nombre de los científicos autores. La cobertura de este tipo de reportes no son fáciles, pero al mismo tiempo tienes todo a mano para profundizar en alguna temática de tu interés.
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