Hola ,
Ya he contado alguna vez que el 2012 fue un año clave en mi carrera profesional. La hostia de la crisis del 2008 me llegó cuatro años más tarde.
Hoy justo hace 10 años, un 31 de enero de 2012, mi último jefe me daba el finiquito. En meses anteriores cayeron compañeros y en los siguientes la empresa entraría en concurso de acreedores.
Con 38 años, dos peques y una hipoteca volver a empezar es jodido, pero se hace. Punto 😎
Al día siguiente puse al día mi perfil de LinkedIn.
Hice un salto de sector en pocas semanas.
Reconozco que no fue difícil adaptarse. Las ganas de adentrarse en este mundo fue superior a la resistencia al cambio.
Estamos en 2022 y estos años he visto situaciones que me han recordado esos días.
He trabajado en dos proyectos en los que el emprendedor toma la decisión de abandonar el proyecto. De cerrar el negocio.
La razón en ambos casos es que ese negocio no es rentable y si no salen los números llega el momento de cerrarlo todo.
Estos proyectos me llegan por la cercanía y amistad con estas personas. Es una decisión dura y no es fácil comunicar abiertamente que tenemos que cerrar. En este país no está bien visto y la soledad del momento es dominante.
¿Jordi, qué me recomiendas?
Vaya pregunta. Dar consejos en este momento tan personal y jodido. No es fácil.
Analizando los casos me atreví a realizar unas propuestas.
Os cuento.
En los dos casos valoraron bien la opción de dejar el proyecto hibernando.
Hibernar. Fue el término que me inventé para no usar “cierre” o “abandono”. Tabú a tope, pero el coco lo necesitaba.
Pues vamos a hibernar el proyecto.
Estos emprendedores se disponían a trabajar por cuenta ajena de manera inmediata. No se podían permitir más meses sin ingresos. Lo que sí podíamos negociar es el tiempo que destinarían a la hibernación.
Me explico.
Mi propuesta iba encaminada a dedicar un 10% de su tiempo a esta hibernación:
Programar posts.
Automatizar el máximo de procesos.
De una dedicación del 100% pasaremos a un 10%. De un proyecto full time a un side project.
Necesitamos tiempo y foco para el nuevo trabajo, reducir costes del proyecto actual y no vamos a abandonar la presencia online del mismo.
Las publicaciones se muestran a un ≈ 10% de tu comunidad por lo que es muy probable que ese post que colgaste hace 6 meses no lo vieran la mayoría de tus seguidores. Al posting orgánico le daremos aire, podemos plantear un post semanal en redes sociales, reciclando contenido que ya hemos publicado.
Las automatizaciones entran a fondo en casos como los descritos.
Programar las videollamadas para que encajen en tus días disponibles (sábados, tardes libres..), configurar respuestas automáticas a partir de un lead magnet defendiendo los tramos de todo funnel (TOFU, MOFU, BOFU), aportando valor en ese tramo intermedio (MOFU).
Si dispones de servicios a medida, tipo consultoría, los puedes encajar en tus nuevos horarios.
Si vendes online, controla toda la logística para que los pedidos sean más ágiles en su gestión. No tenemos un ecommerce con 30 pedidos al día, recordemos que la cosa está mal, con muy pocas ventas, por lo que los trámites de cada venta se tendrán que gestionar fácilmente y con máxima puntualidad. La calidad no puede decaer.
Aceptar que el proyecto por el que has apostado (tiempo y dinero) no acaba de arrancar es duro, durísimo.
Es mejor reaccionar a tiempo, aceptar, digerir y seguir. De no hacerlo, te va a robar más tiempo y más dinero. Así que 👁️
Uno de los dos casos ha retomado este proyecto hibernado (¡¡dormido durante un par de años!!). Un profesional que ha crecido, aún más, durante este periodo. Ahora vuelve, más sabio y con muchas ganas.
Nunca es tarde. En el fondo es algo muy íntimo. En muchos casos es tu marca personal.
Si pones a hibernar tu proyecto, siempre podrás despertarlo y volver a disfrutar con él.
Nos vemos pronto,
Jordi.
PD. Al plantear estas hibernaciones, he recomendado las herramientas que uso a diario para mis clientes. Para automatizar tareas: Zapier e Integromat. Para programar los posts: Metricool y Hootsuite. Para la gestión de citas: TidyCal / Calendly. Para el envío de emails automáticos: MailerLite.
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