Me explico.
Cuando, por ejemplo, compramos una herramienta de email marketing para el envío de newsletters, el precio de esta herramienta está dimensionada para un horquillado de suscriptores. Por ejemplo de 2.500 a 5.000 suscriptores, el precio es “x”.
Cuando se activa el bundle tenemos la opción de captar la información del comprador (nombre, email) y estos datos los enviaremos a nuestra base de datos, en muchos casos es un CRM o la misma herramienta de email marketing.
Los centenares (o miles 🥳) de leads que pueden entrar en pocas horas provocará que tengas que hacer un upgrade a tu herramienta. Eso es sinónimo de un aumento de precio de la misma.
Una no-previsión en este aspecto se tendrá que asumir, sí o sí, porque el pistoletazo de salida ya lo habrás dado y el efecto bola de nieve ya está en marcha.
En el caso que te comento, mi clienta se encontró con la bolita-bola-bolaza blanca rodando a toda castaña y sin previsión.
Cuando saltó la alarma que los leads no estaban entrando en el CRM fue cuando reaccionó, hicimos el upgrade, recuperamos lo perdido por el camino y todo volvió a la normalidad.
No hace falta que te diga la importancia de detectar esta situación.
La calidad de los leads para estas situaciones suele ser baja a muy baja. Son compras compulsivas, de personas que puede que ni te conozcan, pero que te pueden descubrir gracias al bundle.
Hoy os quería comentar la importancia de las automatizaciones y de sus actualizaciones en función del volumen de tareas a realizar. Y como este volumen de tareas suele acompañar a los distintos planes de precios de las herramientas de automatización.
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