Las cumbres climáticas son siempre complejas y lentas. Al cerrar, solemos escuchar el relato del resultado de la COP en solo dos opciones: éxito o fracaso. Y aunque sea muy tentador -sobre todo para nosotr@s l@s periodistas- dar un titular así de impactante, la realidad siempre es más complicada que eso. Hay historias que nos obligan a tener un mayor rango de perspectiva.
Este pequeño recuento de las dos semanas de negociaciones en la COP27 no pretende ser exhaustivo. Es solo un punteo de los temas que, lejos de terminar, marcan hacia dónde debemos mirar a futuro. Independiente de los avances y retrocesos, ninguno está 100% cerrado:
Avances:
Para los países vulnerables, exigir que los países ricos se hagan responsables por las pérdidas y daños es una demanda por justicia climática. La unión de los países en desarrollo, con muchos de América Latina y el Caribe a la cabeza, logró que EEUU y Europa modificaran su posición inicial y aceptaran la creación del fondo para pérdidas y daños. ¿Qué viene ahora? Poner ojo en el comité de transición que comenzará su trabajo en marzo de 2023. De ahí saldrán las propuestas concretas sobre cómo funcionará.
Lo presionó Mia Mottley de Barbados y también Gustavo Petro de Colombia: el sistema financiero se tiene que adecuar a los tiempos de la acción climática. Te hablan a ti, Fondo Monetario Internacional. El pedido está presente en el texto de cierre de la COP. Algo más que destaca en el texto de cierre: la mención a las soluciones basadas en la naturaleza, al derecho humano a un medio ambiente sano, los tipping points (o puntos de no retorno que pueden generar cambios irreversibles en el sistema climático) y la creación de un programa de trabajo sobre transición justa.
Retrocesos:
Más de 80 países pedían la inclusión del cierre gradual de todos los combustibles fósiles, en línea de lo que pide la ciencia para cumplir los compromisos del Acuerdo de París. Pero la industria petrolera sigue gozando de vitalidad. El rechazo a la ciencia, no hablar de fuentes ni de combustibles fósles fue una constante y quedó reflejado en el tibio resultado del programa de trabajo de mitigación, que de todas maneras continuará los próximos años. También en la inclusión de avanzar hacia “sistemas energéticos de bajas emisiones”, lo que parece sentar el escenario para el gas fósil, en línea con la postura de la presidencia egipcia. Un dato para tener cuidado: 70 representantes de la industria fósil estuvieron en la COP con credenciales de Emiratos Árabes Unidos, país que presidirá la COP28.
Aunque la prensa suele centrar sus análisis en el texto de cierre, no olvidemos que lo central está en las negociaciones. Ahí es donde se deben ver los cambios. ¿Qué pasó en los otros temas? El artículo 6 (mercados de carbono), dejó a muchos preocupados, y la nueva meta de financiamiento no ahondó en el fondo (ni hablar de la esquiva promesa de 100 mil millones de USD, que sigue desaparecida). Se continuará el trabajo en agricultura y género, mientras que el 2023 será el año clave para el primer Balance Global. Aquí el resumen de cada tema (en inglés), de Carbon Brief.
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