La COP28 comenzó con un acuerdo, lo que es una rareza absoluta en este tipo de instancias.
El primer día, los países aceptaron las recomendaciones que trabajó el Comité de Transición y comenzó la lluvia de anuncios de aportes para el fondo de de Pérdidas y Daños. Emiratos Árabes, Japón, Reino Unido, Estados Unidos y la Unión Europea comprometieron cerca de 400 millones de dólares para la capitalización inicial del fondo.
Aunque para muchos sigue siendo insuficiente -existen estimaciones de que se necesitan entre 290.000 y 580.000 millones de dólares para 2030 para abordar los costos de las pérdidas y los daños-, es un punto de partida. ¿Qué pasa ahora? La presión la tiene el Banco Mundial, que tiene que confirmar que es capaz de cumplir las condiciones establecidas en la decisión: secretaría independiente, una junta independiente, criterios de elegibilidad independientes, acceso directo a países y comunidades aunque no sean partes del Banco Mundial, un plan de salida si el fondo no cumple estas obligaciones al cabo de 4 años y salvaguardias para garantizar que los más vulnerables al cambio climático recibirán su parte del fondo.
Resuelto uno de los desafíos iniciales, aún quedan varios más para estos diez días de cumbre. Aquí listamos algunas cosas sobre las que estar atentos y atentas:
Balance Mundial: con un primer documento génerico para dar pie a la discusión, el Balance tomará gran parte de la atención en esta Cumbre. ¿Por qué es tan importante? Es la instancia que el propio Acuerdo de París tiene para evaluar los avances y corregir el rumbo. Una respuesta ambiciosa de los países puede sentar el paso para lo que implica el cumplimiento del tratado: una transformación de los actuales sistemas energéticos, financieros y alimentarios para garantizar un planeta habitable para todos y todas.
Renovables versus fósiles: Probablemente tendremos un gran anuncio/acuerdo/meta de triplicar la capacidad instalada de energías renovables (sobretodo solar y éolica) para 2030, un paso necesario para mantener vivo el objetivo de evitar el calentamiento global de 1,5°C. El problema viene con lo que el IPCC, IEA y toda la ciencia disponible dice que es igual de necesario: No permitir mayor exploración y quema de combustibles fósiles por fuera de las reservas existentes (las que de por sí, si se explotan, echan por la borda los objetivos de París). Con una presidencia que ha usado su rol para promover negocios de gas y petróleo, surgen muchas dudas de cómo los combustibles fósiles serán abordados en la cita. Muchos temen la sobredimensión de tecnologías de captura de carbono en el lenguaje de las negociaciones.
Financiamiento: 14 años después, la promesa de los 100 mil millones de dólares anuales a partir de 2020 para financiamiento climático sigue sin cumplirse. Tal vez veremos anuncios de que en 2022 probablemente se cumplió -cómo dice la OECD- pero la desconfianza sigue a flor de piel en el mundo en desarrollo. En el trasfondo, las decisiones sobre la nueva meta de financiamiento y la necesidad de doblar el financiamiento en adaptación.
Meta global de Adaptación: La ministra de Medio Ambiente de Chile, Maisa Rojas, liderará las conversaciones sobre este tema tan complejo, importante y generalmente dejado de lado. Se trata de un compromiso colectivo en virtud del artículo 7.1 del Acuerdo de París para "mejorar la capacidad de adaptación del mundo, reforzar la resiliencia y reducir la vulnerabilidad al cambio climático". La expectativa es que esta Cumbre logre un acuerdo en la materia.
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