AL MARGEN DE PARÍS
Mientras escribimos estas líneas, el mundo sigue pendiente del recuento de votos en Estados Unidos. Todavía no hay un ganador, pero hay algo que sí sabemos con certeza: ayer, 4 de noviembre, el país abandonó de forma efectiva el Acuerdo de París. Este hecho no está relacionado con las elecciones, simplemente han coincidido las fechas. Sin embargo, las consecuencias de este movimiento deberán ser gestionadas por el presidente electo.
El Acuerdo de París es el principal pacto para hacer frente al cambio climático y tiene como objetivo limitar el aumento de la temperatura media del planeta a un máximo de 2 °C con respecto a los niveles preindustriales. Ha sido firmado por 197 países desde diciembre de 2015.
¿Qué impacto tiene que Estados Unidos abandone el acuerdo? Si Biden gana, la salida puede quedarse en una anécdota, ya que el demócrata (que era vicepresidente cuando Obama firmó el acuerdo en 2015) ha declarado que reincorporará el país al tratado "en el día uno" de su mandato. Este arrancaría el 20 de enero, por lo que Estados Unidos volvería a formar parte del pacto en febrero o marzo de 2021.
En el caso de que las urnas den la victoria a Trump, lo más probable es que el país siga fuera del acuerdo durante los próximos cuatro años. Sin embargo, podría participar en las reuniones anuales de la convención de la ONU sobre el cambio climático, de la que sigue siendo miembro. La principal diferencia es que no tendría que fijar compromisos de recorte de emisiones.
Lo que suceda en Estados Unidos durante los próximos cuatro años es especialmente relevante en materia medioambiental, ya que se trata del segundo país que más gases de efecto invernadero lanza a la atmósfera cada año, después de China. Desde ayer, Estados Unidos forma parte del grupo de países que no han adoptado el Acuerdo de París: Angola, Eritrea, Irán, Irak, Sudán del Sur, Turquía y Yemen.
- Tras los anuncios recientes de Corea y Japón, cinco de los diez países más contaminantes del mundo ya se han comprometido a reducir a cero sus emisiones en las próximas décadas.
- Francia, Reino Unido, Italia, Chile y la ONU presionan a Australia para que asuma su responsabilidad como uno de los principales emisores de gases de efecto invernadero.
- Rusia ha promulgado una ley para impedir que se recorte la producción de combustibles fósiles durante las próximas dos décadas.
- En España, el Gobierno ha aprobado la Estrategia de Descarbonización a Largo Plazo, que marca la senda para reducir un 90 % las emisiones y conseguir que el 97 % de toda la energía consumida en el país sea renovable en 2050.
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