A más de un año de la histórica adopción del Marco Mundial de Biodiversidad de Kunming-Montreal durante la COP15 de Biodiversidad en Canadá, la atención se centra ahora en su aplicación efectiva, en aras de una importante y para nada fácil misión: frenar el declive de la biodiversidad a nivel global de aquí al 2030.
Entre el 13 y 29 de mayo se llevan a cabo las reuniones de dos órganos subsidiarios del Convenio sobre la Diversidad Biológica (CBD) en Nairobi, Kenia: nos referimos a la 26ª Reunión del Órgano Subsidiario de Asesoramiento Científico, Técnico y Tecnológico (SBSTTA 26) y la 4ª Reunión del Órgano Subsidiario de Implementación (SBI 4).
De esa manera, los delegados de los 196 Estados parte del CDB buscan impulsar mecanismos de apoyo a la aplicación del Marco Kunming-Montreal, con miras a la 16º Conferencia de las Naciones Unidas sobre la Biodiversidad (COP16), que se realizará en Cali, Colombia, del 21 de octubre al 1 de noviembre de 2024. Todo esto ante la atenta mirada de representantes de pueblos indígenas, comunidades locales, jóvenes y mujeres defensoras.
Para hacerse una idea, el SBSTTA 26 aborda las necesidades científicas y técnicas para apoyar la aplicación del Marco Kunming-Montreal. Hace unos días adoptó 9 recomendaciones para la COP16, relacionadas con la biología sintética; la evaluación y gestión de riesgos; la detección de organismos vivos modificados; la biodiversidad marina y costera; y el vínculo entre biodiversidad y salud. Sin embargo, algunos manifestaron su preocupación por el número de corchetes en el texto, que reflejan los desacuerdos en temas como la biología sintética y la salud.
Por su parte, el SBI 4 se enfoca en la implementación, incluyendo la actualización de las estrategias y planes de acción nacionales de biodiversidad (NBSAPs por sus siglas en inglés). De hecho, se espera que los Estados parte presenten nuevos compromisos sobre biodiversidad antes de la COP16, aunque pocos lo han hecho hasta la fecha. Asimismo, se ha discutido sobre los efectos positivos y negativos de las soluciones basadas en el mercado; y la necesidad de que pueblos indígenas, comunidades locales, mujeres, jóvenes y otras partes interesadas tengan acceso directo a la financiación.
El dinero, precisamente, es otro tema apremiante, pues se necesita cerrar el déficit de 700.000 millones de dólares anuales para la financiación de la biodiversidad. Por ello se discute el trabajo del Comité Consultivo sobre Movilización de Recursos en el SBI 4, incluyendo una estrategia para el período 2025-2030 y las vías para que los países tengan planes de financiación o instrumentos similares. Y, al igual como ocurre en las cumbres de cambio climático, se espera que los países desarrollados proporcionen recursos financieros a los países en desarrollo.
Recordemos que el Marco Kunming-Montreal busca orientar las acciones mundiales a través de cuatro objetivos para "restablecer la armonía con la naturaleza" al 2050 y 23 metas para "detener e invertir" la pérdida de biodiversidad al 2030. Estas últimas buscan frenar la extinción de especies, hacer una gestión sostenible y justa de la diversidad biológica, avanzar en programas de restauración, reducir los desperdicios de alimentos y eliminar incentivos perjudiciales para la biodiversidad.
Este tema es crítico para una región tan biodiversa como América Latina y el Caribe, la misma que experimenta un uso intensivo de su territorio, mientras comunidades indígenas, afrodescendientes y locales se parapetan en la primera línea para la defensa de la naturaleza.
Por ello, Climate Tracker apoyará a 11 periodistas de Bolivia, Brasil, Colombia, Costa Rica, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Honduras, México, Panamá y Perú para que cubran de manera presencial o virtual la COP16 de Biodiversidad. Una oportunidad imperdible para comunicar una discusión clave y urgente para nuestra región.
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