Primero que todo, ¿qué es ChatGPT?
Es un un modelo de lenguaje creado por OpenAI. Fue entrenado para generar respuestas similares a las que daría una persona en una conversación escrita. Sirve como agente de conversación, permitiendo a los usuarios interactuar en lenguaje natural y proporcionándoles, en la mayoría de veces, respuestas inteligentes a sus solicitudes. Puede ser utilizado para muchas cosas, como traductor, buscador de información o asistente personal.
En noviembre del 2022, cuando ChatGPT comenzó a popularizarse, muchos debates salieron a la luz. Uno de ellos es si esta herramienta vendría a reemplazar la labor que hacemos las y los periodistas, dejándonos sin trabajo. En realidad es mucho más complejo que eso.
Es cierto que ChatGPT tiene la habilidad de escribir notas periodísticas coherentes sobre cualquier tema que necesités, basado en ejemplos que le proporciona la web de notas ya existentes. Justo es ahí donde reside la ventaja que los humanos tenemos hasta el momento: lo que produce la herramienta es una nota sencilla y promedio; las fuentes, entrevistas y novedades que como periodista podés darle a tu artículo nunca será proporcionado por la herramienta.
Es ahí donde creo que debemos ver al chatbot como un aliado y no un enemigo: es una forma para entender cómo la mayoría de personas han cubierto un tema y cómo vos podés hacerlo diferente. También te puede ayudar a redactar y crear resúmenes o highlights de artículos de la web, reduciendo tu tiempo para poder invertirlo en asignaciones más importantes.
El periodismo climático puede utilizar herramientas como ChatGPT para conocer mejor a sus audiencias, el chatbot tiene datos cuantitativos de cómo las personas consumen los medios. Esto abre oportunidades para dirigirnos directamente a audiencias puntuales como residentes de un país, jóvenes, mujeres o cualquier otro grupo con el que no estés familiarizado.
Sin embargo, también existen desventajas y preocupaciones éticas a tener en cuenta. ChatGPT advierte que si un periodista depende demasiado de él, puede correr el riesgo de perder su habilidad para escribir de manera efectiva. Además, si los datos que le brindás a la herramienta para generar contenido tienen sesgos, podés perpetuar prejuicios y discriminación en el resultado. También puede ser difícil garantizar la veracidad de la información que se genera con la ayuda de tecnologías de lenguaje natural.
ChatGPT, al final, en lugar de reemplazarnos por completo, nos puede ayudar a trabajar de manera más efectiva y eficiente. ¿Que da un poco miedo? ¡Claro que sí! Los mecanografistas habrán sentido lo mismo cuando llegó la computadora personal. Lo importante es que aspiramos por metodologías éticas y responsables que tomen en cuenta las perspectivas de países en desarrollo como los latinoamericanos.
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