Los próximos 22, 23 y 24 de abril, los gobiernos de América Latina y el Caribe se reunirán por tercera vez consecutiva a negociar y decidir los próximos pasos para la implementación del “Acuerdo Regional sobre Acceso a la Información, Participación y Justicia en Asuntos Ambientales en América Latina y el Caribe”, más conocido como el Acuerdo de Escazú.
Esta tercera Conferencia de las Partes (COP3) del Acuerdo, tiene como parte central de su agenda la consideración y aprobación del “Plan de Acción Regional sobre Defensoras y Defensores de los Derechos Humanos en Asuntos Ambientales en América Latina y el Caribe”, propuesto por Chile, Ecuador y San Cristóbal y Nieves a propósito de una decisión tomada en la COP1.
De esta forma, se espera dar un salto significativo en la implementación del artículo 9 del Acuerdo, según el cual los estados deberán tomar medidas adecuadas y efectivas para reconocer, proteger y promover los derechos humanos de los defensores ambientales, así como para prevenir, investigar y sancionar ataques, amenazas o intimidaciones que estos puedan sufrir en el marco de procesos de acceso a la información, participación pública o acceso a la justicia.
Lo anterior se vuelve aún más significativo si consideramos que el Acuerdo de Escazú es el primer tratado regional en el mundo en contener disposiciones específicas para la protección de personas, grupos y organizaciones que promueven y defienden los derechos humanos en asuntos ambientales. No es casual que así sea, ya que según el último reporte de Global Witness, el 88% de los asesinatos a defensores ambientales se produjo en nuestra región.
Junto con la eventual aprobación de dicho Plan de Acción, los representantes de la región recibirán un reporte del Comité al Apoyo a la Aplicación y Cumplimiento –órgano subsidiario de la Conferencia–, y acordarán medidas para la implementación nacional del Acuerdo. Adicionalmente, las partes podrán abordar otros asuntos que estimen oportunos para la implementación del Tratado, así que recomiendo –sobre todo a periodistas– seguir la conferencia hasta su último punto.
Esperamos esta COP3 sirva para aumentar la ambición de nuestros tomadores de decisión, y nos dé nuevas herramientas para proteger a las personas que dedican su vida a defender a sus comunidades y ecosistemas.
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